Escapar de la Ciudad Maldita no iba a ser tarea fácil // Habían rebajado la edad máxima del Carné Joven a 9 años y ya era el regalo de Primera Comunión más demandado // Los chicos querían ser futbolistas y las chicas futbolistos / Sólo algunos escogerían honrar precozmente la vasta pléyade de talentos impostados // Ya no quedaban plazas libres en el Cementerio de los Jóvenes Emprendedores / Esto había disparado los suicidios teóricos a pie de aula / De cualquier manera, el futuro dependía enteramente del "ange", el postureo y los rigores de la tesitura // Nadie entendía bien qué estaba pasando en aquel lugar, aunque seguía siendo, indiscutiblemente, el mejor lugar del mundo // Pero nuestros protagonistas intuían otros universos, paraísos soñados allende la periferia salitrada / Y harían cualquier cosa por alcanzarlos / Incluso mimetizarse //
"Lo que estos chicos andan preparando no tiene nombre... aún." |
Un juego de Jose Prada y Jose Aragón |