Escapar de la Ciudad Maldita no iba a ser tarea fácil // Habían rebajado la edad máxima del Carné Joven a 9 años y ya era el regalo de Primera Comunión más demandado // Los chicos querían ser futbolistas y las chicas futbolistos / Sólo algunos escogerían honrar precozmente la vasta pléyade de talentos impostados // Ya no quedaban plazas libres en el Cementerio de los Jóvenes Emprendedores / Esto había disparado los suicidios teóricos a pie de aula / De cualquier manera, el futuro dependía enteramente del "ange", el postureo y los rigores de la tesitura // Nadie entendía bien qué estaba pasando en aquel lugar, aunque seguía siendo, indiscutiblemente, el mejor lugar del mundo // Pero nuestros protagonistas intuían otros universos, paraísos soñados allende la periferia salitrada / Y harían cualquier cosa por alcanzarlos / Incluso mimetizarse //

"Lo que estos chicos andan preparando no tiene nombre... aún."
The Blatant Observer

"Absolutamente inaceptable."
World Freedom Magazine

"Jamás se ha visto nada igual: sería demasiada casualidad."
The Obviousness Tribune

"Asombrosamente ágil, ácido, adictivo."
Aaliyah Aames, antropófaga americana

"Una vez más, se demuestra que el talento nada tiene que ver con los quelonios."
Journal of Zoological Factoids

"Demasiado liviano."
The Eurogame Enquirer

"Sencillamente perfecto, justo lo que andábamos buscando."
Functional Furniture Foundation

"Tía, no sé, tía."
Anónimo

Un juego de Jose Prada y Jose Aragón